En el marco del cambio de sede de la empresa de transporte Autocares C. Castro, la familia propietaria decidió rendir homenaje a sus raíces con un mural muy especial en la entrada principal. La obra es una reproducción a gran escala de una emblemática fotografía de época, que muestra uno de los primeros transportes realizados por la empresa en sus inicios. Esta imagen, que ha pasado de generación en generación, simboliza el esfuerzo y dedicación que han permitido que este negocio familiar siga prosperando a lo largo del tiempo.

El mural fue pintado directamente sobre la puerta metálica de la nueva sede, utilizando pintura spray de alta calidad, lo que garantiza su durabilidad frente al desgaste propio de una zona de tránsito constante. La reproducción de la fotografía no solo busca honrar el pasado de la empresa, sino también transmitir el orgullo por sus orígenes y los valores que han guiado a Autocares C. Castro desde sus primeros días.

Este proyecto no fue solo una decisión estética, sino una forma de conectar la historia de la empresa con su presente, permitiendo a los empleados, clientes y visitantes recordar los comienzos humildes de Autocares C. Castro cada vez que pasan por la entrada. El mural representa mucho más que un simple vehículo; simboliza la perseverancia, el compromiso y el crecimiento de una empresa que ha sabido adaptarse y evolucionar con el paso de los años, manteniendo siempre su esencia familiar.

Dos generaciones después, los descendientes de los fundadores han querido celebrar este nuevo capítulo de su historia con una obra que resume los hitos más importantes de la empresa, y que, además, embellece el espacio, transformando la entrada en un tributo visual a sus antepasados y su legado en el mundo del transporte.