natural que invitaba a destacar sus propias cualidades. El trabajo fue desarrollado por Concepto Circo con la intención de integrar la obra en el paisaje que rodea la vivienda. La zona es tranquila, verde, con árboles y con la sensación de naturaleza viva. Desde el inicio decidimos resaltar esas condiciones con una escena de inspiración natural.

El mural representa un paisaje en el que una cascada se convierte en el eje principal de la composición. A un lado aparece un ciervo, símbolo de fuerza y serenidad, que completa la escena y le aporta carácter. El conjunto se resolvió con colores vivos, buscando transmitir energía y al mismo tiempo armonía con el entorno. El uso de tonalidades intensas en el agua, los árboles y el cielo aporta contraste y dinamismo, haciendo que la obra cobre vida sobre la fachada.

El proceso de creación comenzó con bocetos previos compartidos con el cliente. Ajustamos la propuesta hasta dar con la idea final, respetando siempre la visión inicial y la integración con la casa. La ejecución se realizó con pintura plástica, aplicada con rodillo y brocha. La técnica escogida asegura durabilidad frente a la intemperie y un acabado limpio sobre la superficie. Fueron necesarios cinco días de trabajo continuo para completar el mural.

La colaboración con el cliente fue constante. Cada fase, desde los primeros bocetos hasta los últimos detalles, se revisó para garantizar un resultado satisfactorio. El mural no solo embellece la fachada, también refuerza la conexión entre la vivienda y el entorno natural. Con esta obra, Concepto Circo vuelve a apostar por un estilo cercano, directo y lleno de vida.